Icono del sitio Silvia Sanz – Psicologa

De Cenicienta a Princesa

Cómo superar tu miedo a la gente y ganar amigos

¿Te aterran los actos sociales? ¿Conocer gente nueva? ¿Sacar tema de conversación? ¡Deja tu complejo en casa!

Si alguna vez has estado a punto de no acudir a una fiesta porque pensabas que ibas a ser incapaz de disfrutar, tienes que empezar a diferenciar entre tus gustos y tus miedos.

Puede que sea verdad que no t gustan las aglomeraciones, pero quizás evitas las fiestas por otros motivos diferentes, aunque predomina, básicamente, el miedo: a hacer el ridículo, a no saber cómo actuar o a lo que los demás piensen de ti. Para poner fin a tus temores sólo hay una solución: ir a esa fiesta.

Lo que funciona ante un miedo es exponerse a él: cuanto más lo evitas, más crece el temor; y cuanto más te enfrentas, más dominas el miedo. Contactar con otras personas siempre vale la pena. Al hacerlo, no sólo descubrimos otros enfoques y maneras de ver las cosas, sino que aprendemos a conocernos mejor.

Llegas a la fiesta y… ¿qué haces?

Sin extravagancias

Si te aborda un desconocido, sé natural

¿Quieres conocer a alguien? Es fácil. Hazlo así:

¿Un ataque de ansiedad? ¡Contrólalo respirando!

Llega la hora de la retirada: ¡que no te dé el bajón!

ERES TU MEJOR ALIADA. ¡CRÉETELO!

Si piensas… Sustitúyelo por…
No voy a saber comportarme ¿Qué pruebas tengo para pensar esto? Si sé comportarme en otras situaciones en esta también.
No sabré que decir No puedo saber qué tipo de conversación surgirá. Es posible que se hable de temas que conozco.
No iré adecuadamente vestida No hay un modo único y perfecto de vestirse. Lo importante es que me sienta cómoda.
Se reirán de mí No tienen motivos. Si se ríen, es probable que sea porque algo que yo comente y ls resulte gracioso.
Seré el centro de todas las miradas Si eso ocurre, puede ser porque les guste, o porque no me han visto antes y sienten curiosidad.
Resultaré aburrida ¡No soy aburrida! Sólo me cuesta relacionarme al principio. Cuando estoy en confianza soy agradable.
Nadie querrá hablar conmigo Hasta que no llegué el momento no lo sabré. Puedo tomar la iniciativa y acercarme.
Salir de la versión móvil