Icono del sitio Silvia Sanz – Psicologa

El Perfeccionismo

La superación de uno mismo es conveniente sólo cuando no se convierte en una obsesión que pueda generar insatisfacción y frustración.

No es malo ser curioso, querer experimentar y tener voluntad de superarse en cualquier ámbito, pero el perfeccionismo excesivo resulta paralizante, ya que el temor a fracasar puede conducir a no intentar nada. Cuando una persona llega a esta situación, su perfeccionismo la mantiene paralizada ya que se compara continuamente con los demás llegando a entablar una competencia neurótica que la conduce a una ansiedad excesiva.

Ser el número uno en todo

Este imposible es, sin embargo, el afán de personas que no suelen estar satisfechas al cien por cien con nada de lo que hacen; siempre piensan que podrían haberlo hecho mejor. Así, y dado su excesivo nivel de exigencia, su medida siempre está por encima de lo que son capaces de hacer.

Para aprovechar sus efectos positivos

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