Cada día 10 personas se quitan la vida en España. Es la primera causa de muerte no natural, duplica a los fallecidos por accidente de tráfico, en 2014 se contabilizaron 3.910 personas que se suicidaron. Un 20% mas que en 2007.
Los familiares, amigos o compañeros de trabajo resultan profundamente afectados por la terrible pérdida.
Esos supervivientes se encuentran a menudo preocupados por la profundas reacciones que ellos mismos experimentan:
- a) Un shock es a menudo la reacción inmediata al suicidio, junto con respuestas físicas y emocionales. Esta es la forma para, temporalmente, expulsar el miedo y así poder afrontarlo en menor medida o de una forma más manejable.
- b) Pueden aparecer problemas en el sueño, fatiga, incapacidad para concentrarse, cambios en el apetito, y sentimientos de que nada puede hacer la vida peor.
- c) La ira puede ser parte de la respuesta emocional, puede dirigirse contra el muerto, contra otro miembro de la familia, contra el terapeuta o contra sí mismo.
- d) Se puede sentir alivio como parte de la reacción emocional cuando el suicido se da al final de un largo proceso dentro de una conducta auto-destructiva o de angustia mental.
- e) A menudo aparecen sentimientos del tipo: “Ojalá hubiese hecho…” “Ojalá hubiese dicho o no dicho…”
- f) ¿Por qué? Muchos supervivientes luchan duramente con esta cuestión.
- g) ¿A qué conduce estos sentimientos tan difíciles de asumir? Aunque disminuyen cuando pasan los meses y años, algunos sentimientos residuales permanecen sin resolver. Es importante saber reconocer que uno se puede acomodar a esos sentimientos.
- h) Mantener el contacto con otra gente es especialmente importante durante los meses posteriores a la muerte de un ser querido. Los amigos y familiares pueden sentirse desanimados e incapaces de ofrecer consuelo. Tomar la iniciativa para hablar sobre el suicidio y pedir ayuda podría ser de gran utilidad.
- i) Cuando estén preparados, compartir con familia o amigos sus sentimiento de pérdida y de dolor puede ser beneficioso. Deben comprender que cada miembro de la familia puede sentirse afectado a su modo.
- j) Los niños experimentan muchos de los sentimiento de pena del adulto. Debemos recordarles que son queridos compartiendo con ellos pensamientos y sentimientos y pidiéndoles que los compartan con uno mismo.
- k) Los aniversarios, cumpleaños y vacaciones pueden ser estresores que recuerdan al suicida. Se debe planificar en esos días cómo cumplir con las necesidades emocionales propias y de la familia.
- l) La persona próxima al suicida puede necesitar sentirse culpable durante un período de tiempo antes de aceptar que no tiene culpa y que solamente es un ser humano con limitaciones humanas.
- m) Es normal tratar de entender los sentimientos del fallecido, pero no es positivo cuando el esfuerzo por entender el suicidio llega a convertirse la única actividad que parece merecer la pena.
- n) Es importante no sólo ser capaz de seguir con nuestra vida, sino finalmente incluso disfrutar otra vez de la vida, sin pensar que el disfrute es desleal con el fallecido.
- o) Las personas próximas a cualquier fallecido necesitan sentirse cómodas, apoyo y oyentes que les den confianza y personas con las que poder compartir su dolor. El estigma del suicidio, la vergüenza y el sentimiento de culpa pueden aislar a los que se encuentran próximos al fallecido. Muchos encuentran alivio en grupos de apoyo donde pueden expresar sus sentimientos y aprender de la experiencia de otros.
- p) El consejo individual con profesionales de la salud mental es otra opción para ayudar a los familiares en su proceso de resolución del dolor.