Entrar en contacto con tu cuerpo te ayuda de diferentes modos:
- Ayuda a potenciar el placer al conocer mejor tus zonas erógenas. Cuanto más exploras tu cuerpo y el modo de sentirlo, mayor es el placer a la hora de disfrutar. Aprendes a responsabilizarte de tus necesidades sexuales. Y a mayor seguridad, más confianza.
- Es un mecanismo antiestrés, relaja los músculos del cuerpo. Alivia la inquietud diaria. Masturbarse no solo ayuda a obtener un orgasmo, libera tensión y favorece sentirte más calmad@.
- Produce la liberación de sustancias químicas complejas; entre las cuales se encuentra la dopamina, que está asociada con la sensación de bienestar. Es un potente neurotransmisor del placer en el cerebro. Endorfinas, que generan placer y relajación.
- También segregamos oxitocina, una hormona que estimula la parte del cerebro relacionada con el afecto y el amor. Potencia la sociabilidad y el deseo de realzar actividades creativas y comunicativas. Provoca que las mujeres después de un orgasmo aumenten su deseo de comunicarse y reflexionar en voz alta. Mientras que los hombres segregan prolactina y les produce sueño. Un encuentro muy sincronizado de hormonas y sexos 😉
- Potencia tu deseo sexual. Cuanto más sexo prácticas, más te apetece. Y a la inversa. Mantiene la mente erotizada
PETTING:
¿Cómo se practica el petting?
Estas caricias íntimas que no implican penetración vaginal ni anal pueden incluir un amplio repertorio de posibilidades: besos intensos, roces sensuales con ropa o sin ella sintiendo todo el cuerpo, miradas provocadoras, palabras sensuales, susurros eróticos, caricias por todo el cuerpo, masajes, abrazos y, como no, masturbación propia o de la pareja, incluido el sexo oral.
Todo ello lo puedes salsear con toda tu imaginación, dejándote llevar por tu creatividad donde el único límite lo pones tú y tu pareja. Va más allá de los preliminares, donde el encuentro sexual son las caricias en sí mismas, buscando la estimulación y el placer acariciando todo el cuerpo donde sólo está prohibido la penetración.
Puedes acariciar solo el cuerpo sin genitales y con ropa, avanzar un paso más y estimular los genitales con ropa, hasta llegar a quedaros desnudos, incluyendo caricias íntimas como son el sexo oral o la masturbación mutua.
Deseamos lo que no podemos tener. Prueba a dejarte la ropa interior puesta y disfruta de tu cuerpo y el de tu pareja con besos, caricias y todo lo que tu ingenio pueda ofrecerte.