17 Mar Crisis de pareja: cómo seguir queriéndose durante la cuarentena o aislamiento. Colaboración ABC Bienestar
Pasar más tiempo juntos del que están acostumbrados puede afectar negativamente a una relación de pareja.
Dice mi mujer que me vaya a la calle, que ella paga la multa». Este es uno de los cientos de chistes, ocurrencias o chascarrillos que circulan estos días por WhatsApp, Twitter, Facebook o Instagram sobre el modo en el que las parejas viven (o sufren) la cuarentena o el periodo de aislamiento en casa. El sentido del humor y la creatividad colectiva en contextos difíciles como el actual ( estado de alarma para frenar la expansión del Covid-19es España) son abrumadores. Pero lo cierto es que sí, que algunas parejas están pasando juntos en estos días una media de horas muy superior a lo que están acostumbrados. Existen estudios que revelan que, tras los periodos vacacionales (o aquellos que impliquen un mayor tiempo de convivencia) aumenta el índice de separaciones. Sin embargo, tal como apunta la psicóloga y terapeuta sexual Silvia Sanz, en realidad no es el tiempo en sí lo que produce roces en la relación, sino el modo en que se comparte ese tiempo. La experta afirma que superar ese tiempo unidos es un reto y que también puede ser una etapa en la que se puedan potenciar determinadas áreas de la relación.
Comparte esta opinión la psicóloga Laura Fuster, quien recuerda que la angustia generada por la incertidumbre que provoca esta situación y la gestión emocional se tornan más complicadas cuando no podemos salir de casa, pero que una vez que se consigue reducir la ansiedad y estar más calmados, esa vivencia puede aportar una sensación de unión y de «equipo» cuando amos hagan una valoración positiva de cómo se ha llevado la situación. «Podemos valorar que ha habido una crisis muy importante que afecta a muchos ámbitos de la sociedad y que juntos hemos podido vencerla. Podremos ver la idea de que juntos somos mucho más que cada uno de nosotros de manera individual», explica.
Por lo tanto, no es el tiempo que pasáis juntos provocado por el aislamiento en sí lo que produce el deterioro en las relaciones o rupturas. En realidad lo que sucede con ese tiempo, según aclara Sanz, es que aumenta la conciencia de los problemas en la pareja que ya estaban latentes.
Cómo sacar el lado positivo
Una experiencia así puede ser, según propone la psicóloga y sexóloga Raquel Graña, una especia de «luna de miel» para darse la oportunidad de volver a conocerse y reencontrarse.
Pero para ello se deben establecer primero espacios y tiempos divididos que permitan a cada uno de los miembros de la pareja estar a solas, a pesar de que el piso sea pequeño.
Después es importante dejar de exponerse constantemente a las noticias negativas y dejar de hablar de ellas continuamente pues, según explica, lo único que se hace con ello es quemar al otro.
También se debe buscar alguna actividad en común que les guste a ambos: algún deporte, dibujar, leer… y que resulte posible hacerlos estando el uno al lado del otro.
Y por último la experta aconseja reforzar la parte afectiva, no la sexual. «Me refiero al cariño, a dar abrazos, besos y que ambos sepan que el otro es un apoyo. A veces es más importante esto que las propias palabras», aclara Raquel Graña.
Los errores que se deben evitar
Para la psicóloga Laura Fuster uno de los errores más importantes sería discutir por «tonterías». Así, aconseja controlar más que nunca los enfados, pues que el hecho de estar tanto tiempo juntos puede hacer que la discusión se alargue horas, incluso días.
Otro error que suele cometerse es no buscar tiempo para uno mismo. El hecho de estar en la misma casa no quiere decir que se tenga que hacer todo juntos, pues no tener la posibilidad de tener nuestros «momentos» puede llevarnos a tener una sensación de ansiedad y de pérdida de tiempo.
También es un error limitar el contacto a la pareja únicamente. «Es importante mantener las relaciones y hablar con diferentes personas durante estos días», añade Fuster.
Por su parte, Silvia Sanz, destaca el hecho de que en este tipo de situaciones se suele tener tiempo de pensar, reflexionar y quizá de descubrir conductas y actitudes del otro que no te gustan y que te llevan a creer que no es tu pareja ideal. «Cuanto más tiempo tienes para pensar en tu relación, más decisiones de cambio puedes llegar a tomar. Usalas para compartir tus reflexiones con la persona que quieres. Puede ayudarte a concretar esas idealizaciones que creías del otro, o simplemente a que mejore lo que no te gusta. Piensa en los aspectos positivos de tu relación, de tu pareja. No te quedes sólo con lo que no te gusta», propone.
A lo largo de la convivencia, además, pueden surgir roces derivados de pasar más tiempo juntos, de las restricciones de ocio y de la falta de espacio, que a veces no es suficiente para que cada uno pueda encontrar su intimidad. «Todo lo que es obligado y no elegido se vive peor. Y estar con personas que, aunque ames, te sientes con la coacción de compartir absolutamente todo el tiempo de tu día, puede ser frustrante. Y el malestar que genera la propia situación puede llevarte a pagarlo con la persona que más quieres. Párate a pensar si de verdad es importante aquello que te molesta, o estas desplazando tu malestar por la situación de aislamiento, focalizándolo así en lo que crees que tienes el control, como puede ser la conducta de tu pareja», argumenta Silvia Sanz.
Claves para permanecer unidos
Para la psicóloga Laura Fuster es fundamental establecer horarios y rutinas durante los días en los que tengamos que quedarnos en casa. En su opinión, tener un horario (en el que incluyamos tiempo de deporte en casa, de ocio, comidas, trabajo y descanso) hace que nuestra sensación de control aumente, pues sabemos lo que vamos a hacer durante el día y eso contribuye a reducir el estrés.
Además, la psicóloga explica que es importante organizar el tiempo de forma equilibrada entre los momentos en soledad, el tiempo en pareja y lo que dediquemos a conectar con otras personas.
Otro consejo útil es, según Fuster, realizar actividades que nos gusten y nos aporten emociones positivas para que nuestro estado de ánimo aumente y eso beneficie a nuestra relación de pareja.
Para evitar uno de los errores anteriormente citados la psicóloga Laura Fuster propone que aprendamos a manejar los pensamientos para no caer en discusiones sin importancia. Para ello aconseja que tengamos claro que la otra persona no hace las cosas para herirnos y que, si en algún momento tiene un comportamiento que no nos gusta, probablemente sea fruto de la situación de estrés y de incertidumbre que estamos viviendo.
Por último, uno de los puntos claves será comunicar las emociones. «La expresión de los sentimientos o pensamientos puede ayudar a que mi pareja entienda que mi enfado o ansiedad no tiene que ver con él/ella sino con la situación que estamos viviendo. De este modo, la otra persona me entenderá mejor y podrá buscar los recursos que estén a su alcance para poder echarme una mano», asegura Fuster.
«Como si fuera algo que habéis elegido»
Para evitar posibles diferencias y conflictos innecesarios, Silvia Sanz aconseja intentar enfocar este tiempo juntos como una etapa de descanso, conexión y, sobre todo, «como si fuera algo que tú has elegido», pues, tal como aclara, sólo la idea de sentir que va a ser largo y que no vais a poder salir de casa, angustia más.
Por eso Silvia Sanz propone darle la vuelta a la situación y pensar en todos aquellos momentos en los que te apetecía trabajar desde casa y estar más tiempo en pareja. «Este es el momento. No durará para siempre. Igual que apreciaremos más estar en compañía o ir al trabajo de un modo presencial, valorarás estar estos días en casa juntos, buscando el entendimiento. Redescubre al otro, aprovecha el tiempo de más para volver a tocar, oler, disfrutar y hacer todo aquello que te apasione», sugiere Sanz.
También puede ser un momento idóneo para el dialogo, para mantener conversaciones sin prisas, para hablar de todas aquellas inquietudes que la rutina y el día a día nunca os permitió: charla sobre el otro, sobre ti, sobre el bienestar conjunto, sobre vuestros planes, vuestros proyectos, o sobre vuestros momentos buenos y los que son mejorables o incluso sobre aquellas pequeñas o grandes cosas que os molestan el uno del otro. Pero, eso sí, habla y comunícate de un modo cariñoso. Es tiempo de conexión, no de reproche.
Lo que sí…
- Potencia vuestra intimidad: siestas juntas, caricias, comidas relajadas, recuerdos compartidos…
- Aprovecha el tiempo para amar y para disfrutar de la otra persona
- Mantén la calma en los conflictos
- Intenta ser flexible. Eso no significa ceder ante cualquier planteamiento sino aceptar la opinión del otro.
- Escucha de un modo activo, repitiendo lo que has entendido para no llegar a malas interpretaciones
- Negocia para llegar a un consenso razonable, donde una vez cede uno y en la siguiente el otro.
Lo que no…
- Olvidarte de ti y no dedicarte tiempo. Compartir tiempo juntos es estupendo, pero busca tu espacio y tus actividades gratificantes
- Compartir 24/7 con tu compañero de vida puede ahogarte. Querer tiempo para ti solo/a, no significa que le quieras menos. Es cuidarte para dar la mejor versión de ti mismo/a
- Frustrarte o desanimarte si surge alguna discusión. El inconveniente puede surgir en cómo afrontas los imprevistos, no en los imprevistos en sí
- Muestra tus sentimientos y opiniones con reproches. Es mejor que lo hagas de la forma que te gustaría que te los expusieran a ti
En general la buena comunicación, la flexibilidad y la organización son la base fundamental para pasar este periodo de una forma tranquila que te permita unirte más a la persona que amas. «Todo pasará, optimiza estos días para conectar más con tu pareja y sacar algo positivo de la experiencia. Esto es historia», sentencia Silvia Sanz.