06 Feb Entrevista en Nova Life Antena 3
Silvia Sanz, psicóloga experta en sexología: “El sexo es el pegamento de la pareja”
La experta publica libro, Sexamor, en el que disecciona las relaciones sexuales y la pareja. El entretenimiento está asegurado.
La vida es eso que pasa entre el momento que imaginas cómo va ser el sexo y el polvo propiamente dicho… Que levante la mano quién no se haya montado películas sobre un encuentro sexual con alguien: de la duración, de cómo sería, de la cosa misma… ¿Verdad? Somos muy dados a ensoñaciones y puestos a soñar, ¡qué mejor que hacerlo sobre sexo! Lo que pasa es que luego llega la cruda realidad y nos llevamos un chasco, y la cosa resulta ser de otra manera. Quizás mejor (alegría) o quizás peor (no pasa nada), pero diferente a como lo habíamos pensado.
¿Os suena todo esto? Pues bien, la psicóloga experta en sexología Silvia Sanz viene a poner mucha luz sobre todo este asunto con su libro ‘Sexamor’, de la editorial Aguilar. En la obra la autora nos regala un baño de realidad (que es de agradecer porque la gestión de expectativas es muy importante en todos los ámbitos de la vida) y nos da claves para que nuestra vida sexual sea mejor.
Novalife ha hablado con ella sobre cómo vemos el sexo y cómo es al final y esto es lo que nos cuenta.
¿Cuáles son las películas que nos montamos respecto al sexo?
«Conocer las “películas” que nos montamos respecto al sexo y ser conscientes de la sexualidad real, te puede ayudar a solucionar los problemas a los que te enfrentas y a disfrutar de la vida sexual de una forma mucho más satisfactoria. Algunos de ellas son “El éxito sexual depende del hombre versus el éxito de la satisfacción sexual depende de ambos”. Culturalmente se ha generado una responsabilidad en la satisfacción de la mujer que recae sobre los hombres. Y tengo que decir que, en realidad, la satisfacción sexual es algo mutuo. No puedes dar al otro lo que no eres capaz de darte a ti mismo/a. Cada persona tiene una serie de expectativas o “ruidos” en su cabeza que le impiden o le facilitan la concentración y la excitación en el encuentro sexual. Por lo tanto, el peso de la satisfacción o “éxito” del encuentro sexual es de ambos», reflexiona Sanz.
Y añade: «Otra película sería la de que “El hombre tiene más necesidad de sexo versus las mujeres y los hombres se excitan igual”. El deseo sexual en las mujeres es menos directo que en los hombres y más difícil de medir. Intervienen varios factores de tipo emocional y psicológicos que no predominan tanto en el hombre y, por lo tanto, es más complejo. Además, los factores socioculturales facilitan que los hombres expresen deseo con mayor frecuencia y parece que aún se mantiene la creencia de estar peor visto que las mujeres tengan la necesidad y deseo de mantener relaciones sexuales, aunque está presente en la misma medida que en los hombres. Hay muchas, una más: “El orgasmo llega con la penetración versus se puede llegar al clímax de multitud de formas”. No siempre se logra alcanzar el orgasmo mediante la penetración. De hecho, el 70% de las mujeres necesitan la estimulación directa o indirecta del clítoris. Mientras más áreas se estimulen (vagina, clítoris, útero, cuello del útero, zonas erógenas) más probabilidades existen de alcanzar un orgasmo. Incluso hay algunas que llegan al clímax mediante el roce de sus pezones. Utiliza todo tu cuerpo, tus manos, tu boca para acariciar y disfrutar. Los prejuicios respecto a la sexualidad, en ocasiones, son el mayor freno para disfrutar».
El amor sin sexo, ¿es posible? (ya sabemos que lo contrario sí)
«Las parejas pueden funcionar de un modo disfuncional. Pero para que una pareja disfrute de un modo pleno, el sexo es el pegamento de la misma. Es lo que la diferencia de una relación de compañeros. Pero el sexo tiene la importancia que cada uno quiera darle. Lo fundamental es que ambos miembros de la pareja estén en sintonía respecto al modo, la frecuencia y la intensidad de las relaciones sexuales. Existen relaciones en las que, con el tiempo, no se mantienen relaciones sexuales y funcionan como excelentes compañeros que comparten compromisos, intimidad y proyectos. Pero les falta la pasión y eso les convierte en una relación basada en un amor sociable. Prima el cariño, pero lo más probable es que, si no existe el sexo, las frustraciones salgan a la luz mediante conflictos. Salvo que sea un acuerdo tácito entre ambos y el sexo en la relación pasaría a un segundo plano. Estaríamos hablando de las parejas asexuales. Viven su amor y su relación de un modo intenso desde un punto de vista emocional. Con las mismas necesidades afectivas que otras parejas, pero sin sexo. Funcionan como una relación romántica», dice.
Poliamor, relaciones abiertas ¿la pareja es una cárcel o en el futuro el modelo de relación seguirá siendo este?
«La pareja monógama no es la mejor ni la peor. Tampoco es la única elección posible. Simplemente es la más frecuente. El modo más usual de tener pareja y la que conocemos en nuestra sociedad como “adecuada”. Es una incógnita saber si en un futuro seguirá siendo el tipo de relación predominante, pero tengo que decir que sin este estilo de relaciones no habría familias ni sociedad, tal y como la conocemos. Aunque hay que puntualizar ya que realmente, no somos seres monógamos por naturaleza sino por supervivencia. La fidelidad es un acto de voluntad. Elegimos no tener relaciones con otras personas cuando estamos en pareja. Quizás por amor o porque no nos compensa perder a nuestra pareja, perder nuestro estado o rol en la sociedad, la casa, los hijos, los amigos… y un sistema creado desde la pareja monógama. Pero no significa que sea el único modo de pareja. De hecho, no hay ningún mecanismo en nuestro cerebro que nos oriente a ser fieles».
Y añade: «Si lo somos es una cuestión de valores, amor, educación y, sobre todo, fuerza de voluntad cuando el amor en su primera fase se acaba. Pero la realidad es que hay personas que no tienen hijos, no viven juntas y mantienen relaciones monógamas. No tienen apegos ni responsabilidades más allá del amor. Y no lo viven como una “cárcel”, eligen mantenerse en una relación con la persona que aman, no desean encontrar a otro/a y aunque volvieran a nacer repetirían con la misma pareja que les entiende, les cuida, les quiere y con la que llegan a tener una conexión especial que les genera amor. Quizás en un futuro sean más frecuentes las relaciones más flexibles, con lazos afectivos y de compromiso, para los cuales sí hay exclusividad, siendo sólo la parcela sexual en la que se sientan de un modo diferente, en cuanto a la libertad de poder compartir esta área con otras personas,?sin la represión de las relaciones monógamas, o la falsedad de las?relaciones extramatrimoniales?a escondidas».
¿El dating online ha matado la seducción?
«No creo que haya matado la seducción. Simplemente hemos modificado el proceso. El contacto físico se pospone y la química se descubre una vez se conquista mediante la palabra. De esta manera, conectando con posibles parejas a través de conversaciones de chat o videollamadas. Este modo de seducir facilita a muchas personas tímidas la conexión con los demás, que de otra forma no se atreverían a dar el paso de iniciar una conversación en un lugar público. Creo que hay que adaptarse a la nueva realidad que nos toca vivir y el dating online es el canal más accesible actualmente para conocer pareja. De modo que optimicémoslo y potenciemos la seducción de la palabra», afirma.
Completa la frase, para tener una vida sexual plena tienes que…
«Disfrutar, centrar tu atención en lo que estás sintiendo más que en lo que está sucediendo. Y ser “egoísta” en el buen sentido de la palabra. No eres capaz de dar al otro lo que no eres capaz de darte a ti mismo/a. El sexo está en tu mente».