NO LLEGO AL ORGASMO, ¿SERÁ FÍSICO O PSICOLÓGICO?

No llego al orgasmo

NO LLEGO AL ORGASMO, ¿SERÁ FÍSICO O PSICOLÓGICO?

Orgasmo, clímax, exaltación, culminación… Para que puedas alcanzarlo, es importante cómo lo definas y conceptualices. Muchas mujeres tienen dificultad para llegar al orgasmo de manera recurrente, a pesar de haber estimulado los órganos sexuales y de estar excitada, y que genera preocupación y malestar. Lo primero que tienes que saber es que, si te cuesta llegar al orgasmo o, incluso, si nunca lo has alcanzado, no eres la única mujer a la que le pasa, les sucede a muchas otras.

Para algunas mujeres no alcanzar el orgasmo en algún encuentro sexual puede no ser muy importante, aunque para otras es imprescindible llegar siempre. Las hay para las que es esencial que se produzca durante la penetración, mientras que para otras la estimulación manual del clítoris durante el coito es imprescindible. Si te falta alguno de estos ingredientes y eso te genera malestar, puede que sufras de anorgasmia.

Es una disfunción bastante frecuente, pero hay que aclarar que la hay de distintos tipos: primaria, si nunca has experimentado un orgasmo; secundaria, si solías tener orgasmos o has llegado alguna vez, pero desde hace un tiempo no puedes alcanzarlos; absoluta, si no puedes tener orgasmos en ninguna circunstancia; relativa, si no alcanzas el orgasmo en determinadas circunstancias como, por ejemplo, durante la penetración, lo que se conoce como «anorgasmia coital»; y situacional, si en algunas circunstancias puedes experimentar un orgasmo y en otras no como, por ejemplo, si consigues tenerlos sola pero no en pareja o a la inversa. También puede ser que te suceda solo con algunas parejas con las que no tienes mucha confianza, si te importa mucho la opinión que tienen de ti, o si estás pendiente de demasiadas cosas que te alejan de tu placer y hacen que no te concentres.

¿CUÁL ES EL MOTIVO Y CÓMO SE PUEDE SUPERAR?

Puede ocurrir por diferentes razones, pero lo más importante es que, ya que en la mayoría de los casos sucede por causas psicológicas, existe una terapia específica para conseguir llegar al orgasmo.

Otros motivos pueden ser de origen orgánico como enfermedades neurológicas, ginecológicas o endocrinas como pueden ser diabetes, problemas cardiovasculares, estados de carencia hormonal, alteraciones en la musculatura perivaginal o lesiones pélvicas, entre otras. Si padeces anorgasmia, sería conveniente que acudieses al médico para descartar primero cualquier causa fisiológica.

Los motivos psicológicos que la provocan son variados, pero tienen solución:

MALAS EXPERIENCIAS O CONCEPTOS ERRÓNEOS DEL SEXO

El sexo está en tu cabeza. Si has tenido malas experiencias y al recordarlas te generan malestar en lugar de producirte excitación, pueden condicionar tu vida sexual. Del mismo modo, la falta de educación sexual o las ideas preconcebidas negativas respecto al sexo o que lo consideran algo sucio o un tabú, también pueden afectar a tu excitación y por lo tanto a tu orgasmo.

Debes adquirir una información más adecuada en relación al sexo. Esto te ayudará a corregir algunas ideas erróneas y a abrir más tu mente. Por otro lado, respecto a las malas experiencias, habla sobre ellas con tu pareja si lo crees adecuado, puede ayudarte más de lo que piensas. Otra opción es acudir a un psicólogo sexólogo para que te dé pautas para poder lograr una vida sexual óptima.

NO PARO DE PENSAR. EL «ROL DEL ESPECTADOR»

Puede que sientas inseguridad y que estés tan pendiente de cómo te ven durante la relación sexual, que no te permitas disfrutar de la experiencia y eso te impida alcanzar un orgasmo.

Deja de pensar qué está mirando tu pareja, si se dará cuenta de que no eres una persona perfecta o cualquier otra cosa que te genere ansiedad, y concéntrate en una sola: el placer. No puedes dar al otro lo que no eres capaz de darte a ti mismo/a. Tu pareja no se da cuenta de las cosas que te obsesionan. Preguntarle en medio de la relación sexual si considera que has ganado peso o dejar de probar determinadas posturas porque crees que te dan mal ángulo, es lo peor que puedes hacer por ambos. Si lo habláis fuera de la relación sexual, poco a poco irás ganando confianza, pero debes empezar a exponerse. Quiérete como tu pareja lo hace.

NO ME CONOZCO

Si cada vez que tienes un encuentro sexual, sientes frustración por no alcanzar un orgasmo y esto se convierte en una obsesión, puede influir en tu concentración y en tu deseo sexual en tus próximas relaciones.

Es importante que conozcas tu propio cuerpo y que sepas qué es lo que de verdad te gusta para que puedas conseguir estimularte de forma adecuada. Redescubrir tus genitales y cómo tocarlos es algo básico y simple para conseguir un orgasmo tanto a solas como con tu pareja. Prueba, no te arrepentirás.

Que te parece añadir algún ingrediente extra en tus encuentros sexuales, los juguetes y complementos siempre pueden ayudar. Existe un juguete para cada persona y cada momento y en Diversual puedes encontrar el juguete ideal para ti.

ME QUEDO MUDA, NO SÉ PEDIR.

Eres responsable de tu propio placer y aunque, en ocasiones, puede resultar incómodo, hablar de lo que nos gusta o de lo que no es la única manera de alcanzar una relación sexual satisfactoria. Tu pareja también desea tu satisfacción, pero no le resultará sencillo acompañarte si no conoce tus necesidades. Si lo expresas de una forma que no hiera su ego, lo apreciará. Solo dile lo que te gusta y lo que quieres en la cama, sin exigencias. Puedes guiar su mano con suavidad y expresar cuánto te gusta. No te quedes muda, ni tampoco te pases al extremo de guiar en exceso. Quizás no conozca tus zonas más eróticas.

Al fin y al cabo, el sexo es una manera más de comunicarse. Que te puedas expresar con libertad con tu pareja y decirle lo que te gusta y lo que no, facilita que el sexo sea más fluido y que lo disfrutes más.

¡NO ME DA LA VIDA!EL ESTRÉS

¡Cuántas veces has pronunciado esta frase! Tienes una sobrecarga de tareas, poco tiempo, exceso de trabajo, responsabilidades familiares, tareas domésticas, compromisos… En esos momentos, sientes que tienes más exigencias que tiempo o recursos para hacerles frente. Es entonces cuando aparece el estrés y desaparece el deseo junto a la excitación necesaria para lograr un orgasmo. No hay tiempo para el sexo ni espacio para la concentración y el disfrute. Algunos de los síntomas del estrés son la irritabilidad, el agotamiento, los problemas del sueño y el cansancio.

Prioriza durante un tiempo algunas áreas de tu vida que estás dejando de lado como cuidarte o mimarte. Dedicar más espacio a tus relaciones y disminuir el estrés puede ayudarte a lograr tu orgasmo.

Como ves, las cuestiones psicológicas o personales son muy relevantes para la satisfacción sexual. Aspectos emocionales y afectivos como, entre otros, la autoestima, la seguridad personal, la aceptación de tu cuerpo y una actitud positiva hacia la sexualidad desempeñan un papel muy importante a la hora de lograr o no tener orgasmos.

Muchas de las dificultades que puedes encontrar derivan de los mitos que has aprendido. Tener idealizado el orgasmo y sentir y buscarlo como un fin en sí mismo, pueden ser las causas que te impidan alcanzarlo. Además, en muchas ocasiones, la información que llega a través del cine es que el orgasmo de las mujeres es, y debe ser, explosivo. Pero, la realidad es que cada mujer es diferente en cada situación y que puede tener diferentes tipos de orgasmo en función de la persona con la que está. En cuanto a las sensaciones, hay que tener en cuenta que, a nivel fisiológico, la intensidad y duración de las contracciones de la vagina también varían en cada mujer. Por este motivo, practicar ejercicios para fortalecer la musculatura pubococcígea puede ayudar a intensificar las sensaciones y a producir más placer.

Además, las mujeres suelen necesitar más tiempo y mayor intensidad en la estimulación previa para alcanzar el mismo nivel de excitación que los hombres. Y no solo el tiempo que se dedica a la estimulación es importante, sino que también lo es dónde se estimula. No olvides que la mente manda, pero que el principal foco o centro de excitabilidad de la mujer es el clítoris y no la vagina. Es más, solo el primer tercio de la vagina tiene sensibilidad, los otros dos restantes solo cumplen con la función reproductiva de contener al pene. Por lo tanto, cuando las mujeres alcanzan el orgasmo, siempre es mediante la estimulación directa o indirecta del clítoris. Solo algunas mujeres (alrededor del 25%) pueden lograrlo con facilidad a través del coito (e, indirectamente, del clítoris). Por otra parte, es importante saber que el orgasmo puede ser puntual y explosivo o difuso y prolongado. Ninguno es mejor que el otro, son simplemente diferentes y todos pueden darse en una misma persona en ocasiones distintas, aunque tendamos a disfrutar con más frecuencia de uno que de otro. Incluso, algunas mujeres pueden tener múltiples orgasmos, tanto de manera puntual como regular.

Recuerda que parte de la responsabilidad del placer está en ti, en descubrirte, conocerte y en expresar lo que te gusta y lo que no.



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