
05 Jun La dependencia emocional detrás de las relaciones tóxicas. Colaboración de Silvia Sanz en Welife
En su artículo publicado en WeLife, la reconocida psicosexóloga Silvia Sanz, psicóloga clínica y experta en terapia de pareja, desentraña las dinámicas de la dependencia emocional y por qué es tan difícil dejar a una pareja manipuladora. Con más de 25 años de experiencia, Silvia combina su conocimiento en terapia cognitivo-conductual y sexología para ofrecer una guía clara sobre cómo identificar estas dinámicas, entender por qué son tan difíciles de abandonar y qué pasos tomar para romper el ciclo. Este análisis es esencial para quienes buscan sanar su autoestima y construir relaciones más saludables.
¿Qué es la Dependencia Emocional?
Silvia define la dependencia emocional como un patrón de comportamiento donde una persona desarrolla una necesidad excesiva de la aprobación, atención o afecto de su pareja, perdiendo su autonomía emocional. Este fenómeno, que afecta aproximadamente a un tercio de las parejas según estudios citados, genera una incapacidad para romper relaciones dañinas, incluso cuando son claramente perjudiciales. El maltrato en estas relaciones suele empezar de forma sutil, “disfrazado de un tipo de amor que castiga y que progresivamente se va normalizando”. Este patrón incluye control, críticas, celos, manipulación, infravaloración y gritos, alternados con gestos de cariño que refuerzan el vínculo tóxico.
Dinámicas de las Relaciones Tóxicas
El artículo se detalla cómo las relaciones tóxicas se caracterizan por un ciclo emocional de altibajos que crea una adicción psicológica. Silvia describe este ciclo como una alternancia entre momentos de ataque (críticas, humillaciones, menosprecios) y reconciliación (gestos de afecto, promesas de cambio). Esta “montaña rusa emocional” genera confusión y fortalece la dependencia, ya que la víctima espera constantemente que la pareja “vuelva a ser como al principio”. La sexóloga subraya que la esperanza de cambio es una de las principales razones por las que las víctimas permanecen en la relación, a pesar del sufrimiento.
Factores que Alimentan la Dependencia Emocional
Factores que dificultan abandonar una relación manipuladora:
Baja autoestima: Las personas con dependencia emocional suelen sentirse insuficientes, lo que las lleva a buscar validación en su pareja.
Miedo al abandono: La idea genera ansiedad, haciendo que toleren comportamientos dañinos.
Confusión emocional: La manipulación psicológica, hace que las víctimas duden de su percepción de la realidad, preguntándose si están “exagerando” el maltrato.
Orígenes en la infancia: Carencias afectivas, abandono o un apego inseguro durante la niñez pueden predisponer a desarrollar dependencia emocional en la adultez.
Las mujeres, en particular, enfrentan juicios sociales que complican aún más la salida de estas relaciones. Frases como “¿Por qué no lo dejaste antes?” o “¿Cómo aguantaste eso?” reflejan una falta de comprensión sobre la complejidad de estas dinámicas, aumentando la culpa y la vergüenza de las víctimas.
Para los hombres que están en una relación con una mujer manipuladora y tóxica, Silvia aconseja: “Reconoce las señales de manipulación, como el control excesivo o el chantaje emocional, y busca apoyo profesional para fortalecer tu autoestima y establecer límites claros, priorizando tu bienestar emocional para salir de la dinámica tóxica”.
Una relación manipuladora
- Control: La pareja manipuladora ejerce control a través de celos, críticas o demandas excesivas.
- Invalidación: Tus sentimientos son minimizados o ridiculizados, generando inseguridad.
- Chantaje emocional: Te suena: “Si me quisieras, lo harías”, se usan para manipular.
- Aislamiento social: Te alejas de amigos y familiares y aumentas tu dependencia.
- Impacto físico y mental: Síntomas como ansiedad, migrañas, problemas digestivos o depresión son comunes debido al estrés crónico.
Cómo romper el ciclo de la dependencia emocional
Silvia propone varias estrategias prácticas para salir de una relación tóxica y recuperar la autonomía emocional. El primer paso es tomar conciencia de que la relación es dañina, lo que implica reflexionar sobre preguntas clave como “¿Me siento respetado/a?” o “¿Esta relación me hace feliz?” para clarificar la situación. Buscar apoyo profesional es fundamental, ya que la terapia con un psicólogo especializado en dependencia emocional o relaciones tóxicas ayuda a trabajar la autoestima y a aprender a establecer límites saludables. Aplicar el contacto cero, cortando toda comunicación con la pareja manipuladora, incluidas las redes sociales es esencial para romper el vínculo emocional y facilitar el proceso de sanación. Además, fortalecer la autoestima a través de talleres de autocuidado, reconectar con hobbies y diversificar el afecto hacia amigos, familiares o incluso mascotas contribuye a reducir la dependencia de una sola persona. Por último, establecer límites claros, aprendiendo a decir “no” sin culpa y priorizando las propias necesidades, resulta crucial para evitar caer en futuras relaciones tóxicas.
La Importancia de la Educación Emocional
Silvia enfatiza que la educación emocional desde la infancia puede prevenir la dependencia emocional.
Enseñar a los niños a valorarse, gestionar sus emociones y reconocer relaciones saludables reduce la probabilidad de caer en dinámicas tóxicas en la adultez. Además, la psicóloga y sexóloga aboga por desmontar mitos del amor romántico que glorifican el sufrimiento o la sumisión en nombre del amor, ya que estos refuerzan patrones de dependencia.
Te invitamos a leer el artículo completo de la psicosexóloga Silvia Sanz donde ofrece herramientas para identificar las señales de una pareja manipuladora, comprender las raíces psicológicas de la dependencia y tomar medidas para romper el ciclo: La dependencia emocional detrás de las relaciones tóxicas: por qué es tan difícil dejar a una pareja manipuladora.
Autor: Sara Flamenco