30 Nov La llamada “terapia de Instagram”, Silvia Sanz colabora en El País
Andrea y Silvia analizan el fenómeno de la «terapia de Instagram«, un término que describe cómo las redes sociales han popularizado contenidos sobre salud mental, transformándolos en temas virales.
Si bien esta tendencia ha contribuido a normalizar hablar sobre problemas psicológicos, también ha generado preocupaciones sobre su impacto real.
La proliferación de publicaciones que simplifican diagnósticos complejos o promueven etiquetas como ansiedad, depresión o «burnout» puede conducir a la banalización del problema y a un aumento de autodiagnósticos erróneos, especialmente entre los jóvenes, quienes muchas veces no buscan ayuda profesional.
Los algoritmos de plataformas como Instagram o TikTok amplifican estos mensajes, priorizando contenido emocional o «dramático», lo que refuerza interacciones y genera dependencia emocional en algunos usuarios. Según el psicólogo Scott Lyons, esta dinámica puede crear «uniones dramáticas», donde las personas se identifican con ciertos síntomas o diagnósticos y los comparten, dificultando que abandonen esas etiquetas incluso si no son precisas.
También se plantea una crítica más profunda hacia la cultura de la autoayuda digital. Mientras que el contenido popularizado en redes sociales parece ofrecer soluciones inmediatas, los expertos señalan que rara vez abordan las causas estructurales o emocionales subyacentes de los problemas de salud mental. Por ejemplo, Fernández-Savater comenta que el malestar muchas veces tiene raíces en condiciones laborales precarias o en una sociedad competitiva, y que estas cuestiones no se solucionan con frases motivadoras ni con autodiagnósticos en internet.
Para Silvia Sanz, psicóloga clínica y sexóloga especialista en parejas, las redes sociales y este tipo de contenidos han ayudado a los jóvenes a tomar conciencia sobre algunos temas que antes eran tabú en la conversación pública y a poder tener mayor conocimiento sobre dinámicas sociales
Además, se subraya que este tipo de «terapia» online, aunque inofensiva para el sistema, puede ser perjudicial para los individuos, ya que perpetúa un enfoque superficial que fomenta la productividad pero no empodera ni analiza críticamente la realidad del paciente. Frente a esto, psicólogos como Jara Pérez abogan por la importancia de terapias individualizadas que consideren los procesos inconscientes y la biografía personal, ayudando a los pacientes a comprender y superar sus conflictos.
Las redes sociales han democratizado el acceso a información sobre salud mental, también han desvirtuado el verdadero objetivo de la terapia profesional, que es trabajar profundamente en los problemas personales y sociales. Esto subraya la necesidad de complementar el discurso público con una atención profesional adecuada.
Si quieres leer el articulo completo, esta a tu disposición aquí: La llamada “terapia de Instagram” solo autodiagnostica, nombra y justifica, pero no soluciona
Autor: Andrea Insa Marco